En nuestra búsqueda por mantener una buena higiene personal, a menudo prestamos atención a nuestras manos, cabello y dientes, pero ¿qué pasa con nuestros oídos? La limpieza de los oídos es un aspecto fundamental de la salud auditiva, pero es importante hacerlo correctamente para evitar posibles daños.
La mayoría de las personas no necesitan ayuda en esto pues el oído tiene su propio mecanismo de limpieza, algunas personas producen cera excesiva y es ahí cuando necesitan la ayuda de un experto.
Algunas recomendaciones para reducir la formación de cerumen son:
Usar gotas o agentes para ablandar el cerumen, siempre con supervisión médica, algunas personas tienen perforación en sus tímpanos o tienen una infección y aplicar gotas puede generar una complicación.
Todas las personas que usan audífonos deben tener un control regular con su otorrinolaringólogo.
Limpieza de la cera siempre debe ser realizada por un experto
NO SE RECOMIENDA.
Gotas o atomizadores de forma diaria.
Introducir objetos en los oídos (hisopos, bolígrafos/capuchones de bolígrafos, sujetapapeles)
Velas para los oídos.
Siguiendo los consejos adecuados para la limpieza de los oídos y evitando el uso de objetos extraños como los copitos de algodón, podemos mantener nuestros oídos libres de obstrucciones y prevenir posibles complicaciones. Si tienes alguna preocupación o necesitas asesoramiento adicional, no dudes en programar una consulta con un especialista en otorrinolaringología. ¡Recuerda, la salud de tus oídos es valiosa!
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